Santa maría do mar

Fray Pepe visita España por primera vez.

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    En la Casa de Espiritualidad Santa María do Mar tuvimos el privilegio de ser elegidos para el retiro espiritual que dirigió Fray Pepe los días 9 al 11 de diciembre en su paso por Galicia.

    Fray Pepe continuará con su apretada agenda en las ciudades de Santiago, Madrid, Valencia y Albacete. A continuación, se desplazará a Roma donde ha sido invitado personalmente por el Papa Francisco a pasar la Navidad con él.

    ¿Quién es Fray Pepe?

    Fray José Luis Guirado

    Fray José Luis Guirado conocido popularmente como Fray Pepe es un sacerdote franciscano nacido en San Juan (Argentina) en 1970 e inició la vida religiosa a los 18 años. Ha desempeñado tareas pastorales en lugares remotos de su país, siempre en contacto con comunidades locales, y ha sido maestro de novicios franciscanos.

    Desde 2012 vive en la ermita de Tafí del Valle (provincia de Tucumán, Argentina), una fundación de vida contemplativa comunitaria, con el objetivo de recuperar la oración silenciosa y la vida pobre.

    Fray Pepe se define como un ermitaño. Le gustan el silencio y la soledad, pero siempre reserva un tiempo para el contacto con la gente. «Nadie llega como él a nuestros corazones», dicen sus vecinos. Gracias a la tecnología (principalmente YouTube), la enseñanza de Fray Pepe está llegando a miles de personas en todo el mundo. Sus charlas son reenviadas en grupos de WhatsApp a todos los rincones. Amantes del silencio y la actitud contemplativa han encontrado en él un maestro y un amigo.

    Fray Pepe publica su primer libro DE LA ENTREGA A LA LIBERTAD prolongado por el Papa Francisco.

    Publicado por editorial Gravitaciones, el libro nos introduce en el silencio como actitud vital y nos muestra las etapas en el camino de la fe.

    Su libro DE LA ENTREGA A LA LIBERTAD recoge dos ideas fundamentales:

    1 – LA FE

    El hilo conductor es la provocación a una fe viva, entendida como en los grandes relatos bíblicos, que son antes la atracción a un Encuentro que la formulación precisa de un concepto o idea. La fe está llamada a ser fundante. Si no es fundante, no es fe viva. No se trata de «tener fe» sino de «ser desde la fe».

    El itinerario de la fe distingue tres etapas fundamentales: Presencia, Ausencia, Transformación. Descubriremos este movimiento varias veces en el curso de nuestra vida.

    En todo momento la actitud fundamental es el abandono. «Abandonarse es el milagro más grande que puede sucedernos». Nuestra inteligencia debe aceptar «por dentro» que el Padre es el que atrae a Jesús y nos muestra su misterio de amor. En este sentido, orar es dejarnos atraer hacia la Persona viva del Señor. Se trata de estar despiertos y atentos, a la escucha de las atracciones que el Espíritu sugiere dentro de nosotros. Son los «gemidos inefables» de los que habla Pablo, que nos despiertan el hambre, el deseo de absoluto, de su Rostro para el cual hemos sido creados.

    2 – LA ORACIÓN DE SILENCIO

    El yo falso no puede vivir mucho tiempo en actitud de escucha, en obediencia de fe. Por eso, cuando ya no se ora, lo más preocupante es que hemos empezado a centrarnos en nosotros mismos. En este sentido, la oración se nos presenta como una cuestión de vida o muerte. Orar es vivir y no orar es estar en camino de extinción.

    Es bueno dejar claro que nadie se hace orante sencillamente por callarse, como si vaciarse a uno mismo fuera una técnica que nos llevara a alguna experiencia de tipo esotérico. La perseverancia no es aguantar un vacío o un estado psicológico de ansiedad o inquietud, y no moverse de él, esperando algún consuelo o premio llamado

    «contemplación». Es atención amorosa y confiada, como dijo san Juan de la Cruz. Es fe enamorada que espera.

    Tampoco basta haber superado muchas trabas en mi vida, o haber experimentado sanación y creer que en esta etapa hemos llegado a algún lado. Una autoposesión de salud psíquica, por ejemplo, o creer que la oración de quietud es un estado definitivo y privilegiado. La tentación es sentirme más sano, integrado, y quedarme ahí. Por el contrario, la actitud es la de dejarse arrastrar por lo que no controlo ni manejo. Es estrictamente «perder la vida para ganarla». No se trata de hacer oración, sino de permitirnos ser hechos por Dios.

    El libro de Fray Pepe se llama: DE LA ENTREGA A LA LIBERTAD